jueves, 25 de julio de 2019

Cómo hablar con la gente sobre el cambio climático...y no morir en el intento

"Si nos enfrentamos a información nueva que no se ajusta al modelo, nuestra mente utiliza sus mecanismos de defensa para negar, reprimir o confabular, cualquier cosa para preservar el status quo". - V.S. Ramachandr 

Cambio climático. Es teclear estas dos palabras en un buscador de internet, y automáticamente aparecen millones de resultados sobre el tema.

 Es un tema caliente. Sale en las noticias. Es tema de conversación en los bares. O más bien de discusión. La cosa empieza más o menos así: 

-Miguel:Qué mal he dormido hoy, no nos quitamos este calor de encima...
-Juan: La ola de calor que está azotando a toda Europa, por el cambio climático. He leído que las temperaturas medias del planeta.... 
-Miguel: Qué tontería, llevamos toda la vida igual, yo siempre recuerdo 40 grados en Madrid en el mes de julio (Miguel se siente atacado y recurre a una falacia lógica del "argumento de la tradición")
-Juan: No sé cómo puedes decir eso, pero ya no hay nadie que niegue el cambio climático.. (Juan se defiende, con un argumento ad populum o sofisma populista)

Llegados a este punto, Miguel y Juan han llegado a un "death end" en su conversación-discusión sobre el cambio climático. 

Básicamente, no ha habido diálogo porque no se han dado las condiciones para ello. Se necesita de un clima "seguro", no hostil, para que cada uno exprese su opinión, presente sus argumentos, sin sentirse atacado. Es la única manera de que nos abramos a escuchar activamente al otro y llegar a descubrir en sus argumentos, o ideas, algo nuevo que aprender... O no; pero sin descartarlo de antemano "porque lo dice Juan, que es un progre". 

Y es que este esquema  (donde A dice;-B no escucha y prepara su respuesta;- A tampoco escucha y descalifica a su oponente; B contra ataca),  podría darse en cualquier conversación cotidiana sobre política o religión ya que afectan a nuestro sistema de valores personales. Es decir, a nuestras actitudes que nos forman como la persona que somos. De ahí que nos "cerremos en banda" si los atacan. 

La buena noticia es que hay biólogos- como Marc Hauser (Harvard)- que han llegado a la conclusión de que no existe una diferencia real en la forma en que personas de diferentes creencias reaccionan ante los mismos dilemas morales. Es decir, existe una aspecto innato de la moralidad, independientemente de que las creencias religiosas. ¿De dónde viene? Esa es una pregunta trascendental que cada uno tendrá que intentar responder... o no. 

Mientras tanto, usemos ese sentido innato de la moralidad que todos poseemos, para intentar llegar a acuerdos en nuestra próxima conversación . Quizás nos sorprendamos de que lo que nos  separa está a una reformulación de lo que nos une. 

Os dejo este video sobre Cómo hablar con alguien que no cree en el cambio climático para inspiraros ;)